Una nueva casa da espacio para establecer nuevos hábitos. Algunos se van, lentamente, estableciendo de manera natural y casi inconscientemente. Un día, después de semanas o hasta meses, te das cuenta que todos los días has estado haciendo algo específico de una manera particular. Nunca le habías puesto atención de manera particular a esa actividad pero después de un numero de semanas o meses acumulados ya no puedes imaginarte haciendo esa actividad de otra manera. Te haz hecho el habito de hacer eso de esa manera en particular. Lo haces ya casi de manera automática, de eso consiste un habito, de actuar ya casi sin pensar en la acción. Hacer el mínimo ajuste a ese habito implicaría ir haciendo otro habito, un ajuste de habito que solo puede ocurrir poco a poco, donde día a día te vas enfocando en el ajuste para lograr el cambio hasta que el cambio ha ocurrido. Ya entonces ya no tienes que pensar en el cambio, el habito ajustado se ha hecho ya simplemente un habito. Así se forman los hábitos de manera inconsciente, de una manera u otra simplemente parecen estar ahi establecidos en nuestros actos más naturales. qué hay de los hábitos que uno conscientemente quiere incorporar en su vida cotidiana?
Desde el día uno que me mudé a mi cuarto básico, decidí que usar zapatos no estaría permitidos adentro. Usaría unas chanclas Birkenstock que tengo, una de esas chanclas que tienes dos tiras en la parte de arriba para sostener el pie pero que no tienen tira atrás que uno tenga que ir abrochando y desabrochando cada vez que uno usa las chanclas. Estas chanclas tendrían que ser las mas cómodas y practicas de usar. Deberían sentirse como pantuflas sin ser pantuflas. Las chanclas Birkenstock serian mis zapatos de interior. Decidí colocar una pequeña banca justo al entrar al cuarto exclusivamente para quitarme ahi los zapatos que traigo del exterior para ponerme las chanclas de interior. Al salir del cuarto, mis acciones se invertirían, me quitaría las chanclas para ponerme los zapatos que usaría durante todo el día en el pueblo. La banca, baja y diminuta, es exclusiva para esa actividad; Mas bien, la banca es la herramienta esencial para incentivar el habito de quitarme los zapatos al entrar al cuarto. No tengo muchos zapatos. En realidad, para día al día, tengo tres tenis de vestir, de esos tenis que no se usan para alguna deporte en particular sino que supongo se inventaron para gente como yo que encuentra la mayoría de los zapatos bastante incomodos. Esos tres tenis, mas dos zapatos de vestir que necesito tener pero que no llego a usar más de media docena de veces al año cuando me invitan a un evento especial los mantengo en la repisa baja del closet. Cuando voy a usar uno de ellos, los llevo a la banca en la entrada para intercambiarlos por las chanclas Birkenstock. Hago conscientemente el esfuerzo que junto a la banca solo están dos zapatos: las chanclas Birkenstock y unos viejos pares de tenis New Balance. Estos son mis tenis de exterior mientras todavía estoy en mi terreno, Estos tenis nunca salen. Ya me da pena ser visto con ellos en público. Son mis tenis para sacar la basura orgánica a la zona de composta; Son mis tenis para regar el jardín; Son mis tenis para sacar a Newton a caminar en las mañanas dentro de mi terreno. Así que estos dos zapatos, las chanclas Birkenstock y los tenis New Balance son los zapatos para estar en casa. Ellos son mis zapatos íntimos. En ellos me siento en casa. Ellos son la herramienta que me facilita, cada vez que me los pongo, irme sintiendo en casa en mi nuevo espacio. Así que no solo voy generando el habito de estar sin zapatos (exteriores) en casa, sino que voy, a través de ese habito, haciendo el habito de sentirme en casa.